Volvemos al tema del ahorro o de ajuste de la factura eléctrica, importantísimo dentro de la gestión energética, para ver un nuevo truco o consejo que puede hacernos conseguirlo, al menos en cierta medida.
Hasta el momento hemos visto dos consejos más de cómo conseguir este objetivo, o mejor dicho dos grandes problemas que encarecen la factura y cómo solucionarlos (la penalización por reactiva y el exceso de potencia), en esta ocasión es menos importante el problema, pero puede obtenerse un gran ahorro si se aplica adecuadamente.
Se trata de ajustar el consumo a ciertos horarios donde la energía es más barata. En un post anterior veíamos las tarifas que existen y cómo se componen de diferentes periodos que se diferencian en el precio que tienen. Estas diferencias se deben a diversas razones, pero la más importante es la cantidad de demanda de energía que hay en cada periodo, los que más demanda tienen serán siempre los más caros. Esto lo veíamos un poco cuando hablábamos del pool eléctrico o mercado eléctrico, basado en una compra-venta según la demanda existente.
Teniendo esto claro, la medida a tomar es bastante simple, se trata de desviar en la medida de lo posible los consumos hacia las horas en las que la energía sea más barata. Esto no siempre es posible, pero una buena planificación o cambio de estrategia en la empresa puede conseguirlo en cierta medida.
Tampoco es fácil saber cómo llevar a cabo esto sin conocer a la perfección la instalación y saber qué cargas y cuáles no, permiten un desplazamiento en su funcionamiento. Para ello debemos obtener ayuda que nos permita optimizar la factura eléctrica, por ejemplo con gestores energéticos del tipo de SEINON.