Un factor importante para una correcta gestión energética es que el suministro eléctrico sea de calidad.
En este concepto entra el parámetro de la tensión, y hace referencia a como la compañía eléctrica entrega dicha tensión a nuestra instalación. Lo que define la calidad del suministro es la posible aparición de problemas como interrupciones o sobretensiones entre otros. Esto puede afectar de manera negativa a los aparatos de nuestra instalación.
Para valorar la calidad del suministro existe la norma UNE-EN 50160: “Características de la tensión suministrada por las redes públicas de distribución”, donde se definen dichas características para distribución en baja y media tensión en condiciones normales de explotación.
En esta norma se definen varios conceptos que sirven para valorar la calidad del suministro:
- Las fluctuaciones de tensión: son variaciones en la tensión de alimentación, pueden durar entre varios milisegundos y 10 segundos y su amplitud es de máximo el 10% de la tensión nominal.
- El hueco de tensión: se trata de una brusca disminución de la tensión, entre un 90% y un 1% de la tensión nominal, para restablecerse en un corto período de tiempo.
- La interrupción: es una disminución de la tensión hasta valores por debajo del 1% de la tensión nominal para restablecerse después de un instante de tiempo. Si es te instante es menor de 3 minutos será un corte breve, mientras que si es mayor de 3 minutos, se tratará de un corte largo.
- La sobretensión temporal: es un aumento de la tensión de alimentación de duración larga.
- La variación de tensión: tiene lugar cuando aumenta o disminuye el valor eficaz de la tensión durante un período elevado, suelen ser variaciones de alrededor del 20% de la tensión nominal.
En el siguiente post veremos cómo aplicar estos conceptos para medir la calidad del suministro utilizando el sistema de alarmas de SEINON.