Retomamos el tema del aislamiento en nuestro objetivo de saber cómo ahorrar energía, del que ya hemos hablado antes y vimos que es de suma importancia en el ahorro, ya que sin un buen aislamiento la climatización no será efectiva y por tanto el gasto energético se disparará.
El aislamiento se puede llevar a cabo tanto por el interior como por el exterior, con sus ventajas e inconvenientes respectivamente, de los que tratamos en un post anterior, veamos ahora algunas cuestiones importantes sobre aislamiento y algunos trucos interesantes y muy efectivos.
Como decíamos, hay que tener en cuenta que una vivienda mal aislada necesita consumir mucha más energía, ya que en invierno se enfría rápidamente y puede tener condensaciones en su interior y en verano se calienta mucho más y más rápido. Para solucionar esto, se pueden llevar a cabo pequeñas mejoras en el aislamiento, que pueden generar un ahorro de hasta el 30 % en el consumo de los aparatos de aire acondicionado y de calefacción.
En cuanto a muros hay un par de cuestiones que tienen mucha importancia, la primera es que no sólo hay que centrar la atención en los que dan al exterior, ya que los que dan a otras estancias que no están climatizadas pueden ser un escape importante de energía. La otra es que hay que aislar correctamente los muros que separan distintas viviendas, ya que además de aislar el ruido, también pueden evitarse pérdidas de calor, para ello lo ideal es colocar en paredes y techo una capa de unos 3 centímetros de algún material como corcho, fibra de vidrio o poliuterano, que aporta el mismo aislamiento que un muro de piedra.
Siguiendo con techos, las cubiertas que dan al exterior son las que más calor transmiten, tanto como pérdida en invierno, como en ganancia en verano, por lo que un buen aislamiento en este elemento es primordial.
En tema de ventanas también hay que prestar gran atención, pues es un punto conflictivo en cuanto a aislamiento. En cuanto al acristalamiento no cabe duda de que es mucho mejor el doble que el sencillo, ya que además de reducir la pérdida de calor a la mitad (y esta pérdida puede llegar a ser equivalente a 12 kg de gasóleo por metro cuadrado en un solo invierno), disminuye las corrientes de aire, la condensación de agua y la formación de escarcha. En la carpintería, las mejores son las de rotura de puente térmico que contienen material aislante entre la parte interna y externa del marco. Los cajetines de las persianas pueden hacer perder mucha energía si tienen rendijas, es mejor evitar este tipo.
Otros trucos para aislar ventanas y puertas son, para eliminar la entrada de aire, utilizar materiales sencillos como silicona, masilla o burlete, que pese a ser baratos pueden ahorrar hasta un 10 % de energía, también son muy efectivas las láminas de material plástico transparente, ya que pegándolas a cristales o marcos, pueden evitar la salida de calor si están por dentro, y la entrada si están por fuera.
Por último, si se dispone de chimenea, es muy importante cerrar el tiro cuando no se esté haciendo uso de ella.