Los hospitales son consumidores de una gran cantidad de energía, sobre todo eléctrica, pues su funcionamiento depende en gran medida de este tipo de energía.
Por lo que una auditoría en eficiencia energética en ellos puede suponer un gran paso de cara a hacer una mejor utilización de la energía y a generar ahorros importantes.
Como hemos visto en un post anterior, uno de los puntos clave para que estas actuaciones tengan el éxito deseado, es aplicar la sectorización a la hora de analizar la instalación, bien sea por zonas o por diferentes usos de la energía (alumbrado, climatización, etc.).
Recordemos que para conseguir esto es muy útil el sistema SEINON, que está diseñado justamente para ello.
A continuación vamos a ver un ejemplo de la aplicación de SEINON a un hospital.
En este ejemplo, se decidió monitorizar, entre otras zonas, la lavandería y la cocina.
La lavandería supuso una gran sorpresa, pues tras la monitorización, se obtuvo que consumía alrededor del 20 % de la energía total del edificio. Una vez constatado esto, el gestor energético se puso a trabajar, analizando todos los elementos y cargas de la lavandería consumidores de energía, hasta que consiguió hallar la raíz del problema. La deficiencia estaba en la máquina encargada de calentar el agua del lavado.
La causa de la gran cantidad de energía gastada era tener que calentar, mediante resistencia eléctrica, una gran cantidad de agua, teniendo que vencer para ello un elevado gradiente térmico, pues la diferencia entre la temperatura ambiente y la necesaria para el lavado era muy grande.
Con la problemática identificada, quedaba buscar una solución. Como SEINON dispone además de un asesor energético, este se puso de inmediato a buscarla y halló una muy válida.
El hospital dispone para otros usos de un calentador solar de agua que tiene la posibilidad de desviar excedentes, por lo que se desvió hacia la lavandería, lo que permite que el agua a calentar esté más cerca de la temperatura de lavado y el gradiente a vencer sea menor.
Esto permitió reducir la potencia demandada por la máquina en casi 20 kW, lo que supone mucho ahorro de energía y la posibilidad de reducir la energía contratada.
Para analizar la cocina, se procedió mediante el uso de una alarma (hemos visto anteriormente en qué consisten las alarmas del sistema SEINON), en la que se nos avisaría si la potencia superaba los 50 kW, valor que se considera adecuado para el hospital.
El problema vino cuando el 1 de junio se superó el valor, y lo volvió a hacer dos días después, lo que condujo a que se decidiese hacer un estudio más detallado de la instalación de la cocina mediante SEINON.
Este estudio dio con el problema, que no era otra cosa que un mal uso de los hornos, y se pudo solucionar rápidamente.
En esta gráfica se puede ver como se disparó la potencia y el día 4 de junio vuelve a descender:
Y en esta otra podemos ver en detalle lo ocurrido el día 1 de junio:
Vemos pues la importancia de aplicar las utilidades de un sistema como SEINON para llevar a cabo una correcta auditoría energética.